Estados Unidos reportó una "significativa" baja de la inmigración ilegal proveniente de Cuba desde enero de 2017, cuando se cancelaron los beneficios migratorios a los cubanos que ingresaban clandestinamente al país.
"Las detenciones de migrantes cubanos en los puertos de entrada de Estados Unidos disminuyeron en un 88% del año fiscal 2017 al 2018", señaló el Departamento de Estado, al informar sobre la reunión migratoria semestral que tuvo lugar el miércoles en Washington con representantes de ambos países.
"Las delegaciones discutieron la reducción significativa de la migración irregular de Cuba a Estados Unidos desde la implementación de la Declaración Conjunta de enero de 2017", apuntó el comunicado.
El 12 de enero de 2017, bajo el gobierno del entonces presidente Barack Obama, Estados Unidos puso fin a la política "pies secos, pies mojados" vigente desde 1995, por la cual los migrantes cubanos interceptados en el mar eran devueltos a su país, pero los que llegaban a tierra, aún indocumentados, podían permanecer y obtener la residencia permanente.
"Una política de migración sólida es vital para la seguridad nacional de Estados Unidos", indicó el texto del Departamento de Estado, al tiempo que reiteró la necesidad de una "mayor cooperación" de La Habana en el retorno de los cubanos con órdenes de expulsión de Estados Unidos.
Estados Unidos y Cuba restablecieron plenamente sus relaciones diplomáticas en 2015, después de medio siglo de rompimiento y desconfianza.
Pero este acercamiento se vio resentido tras alegados "ataques acústicos" supuestamente ocurridos el año pasado contra diplomáticos estadounidenses, tras lo cual Estados Unidos suspendió la la emisión de visados en Cuba, al tiempo que expulsó a 17 diplomáticos de la representación cubana en Washington.
"Hasta que sea seguro dotar de personal completo a nuestra Embajada, solo podremos adjudicar visados oficiales y de emergencia en La Habana", dijo el Departamento de Estado.
Las reuniones semestrales sobre temas migratorios entre Estados Unidos y Cuba comenzaron en 1995 y buscan coordinar esfuerzos para una migración "segura, legal y ordenada".